Sesión 7: Intervenciones inesperadas
Nightal 26, 1480 DR (Year of Deep Water Drifting)
El grupo
se vio rodeado por un arcoíris de slaads. Dos de ellos eran verdes, los únicos
que no habían visto antes. Además, había dos azules, dos rojos y uno gris, un
poco más pequeño que el resto, el cual reconocieron de aquella vez en la
caverna cerca de Loudwater: el slaad Azriim.
Green Slaad |
Elondol
utilizó la piedra de control roja que recuperaron del pecho de la niña, hacía
ya varias semanas, y los slaads rojos dejaron de atacar al grupo y tornaron su
atención a sus pares multicolores. Sin embargo, incluso con la asistencia de
esos slaads, el grupo sufrió una abatida descomunal, por lo cual intentaron
escapar del embiste sin éxito, ya que Erdan, Elondol y Jorah fueron derribados.
Cuando parecía que el combate iba a terminar en tragedia, un portal se abrió
sobre sus cabezas en el comedor, por el cual salió un batallón de modrons,
entre ellos Tortelín, que acudieron a asistir a los magullados aventureros.
Mientras los modrons mantenían ocupados a los slaads, impidiendo que se
regeneraran, el grupo se dedicó a tratar sus heridas y contraatacar. Baracus
insistía en escapar, algo que Jorah le reprochó, insultándolo a los gritos
mientras continuaba luchando. Los modrons eran abatidos fácilmente, pero al
caer, otros cruzaban el portal en su reemplazo. Eventualmente, los slaads
azules cayeron, sobrepasados por el esfuerzo conjunto de los aventureros y los
slaads bajo su control. Azriim utilizó un recurso adicional: mostrando un
amuleto, convocó a un Shield Guardian que apareció detrás de una pared secreta.
Tornaron su atención a Azriim, para derrocarlo lo más rápido posible. Una vez
muerto el slaad, el Guardian se desactivó y cesó el combate.
Shield Guardian |
Heridos
y cansados, el grupo se reencontró con Tortelín, quien les explicó que Primus
los envió a ayudarlos. No había explicación, sin embargo, del porqué. Sin mucha
ceremonia, los modrons cruzaron de vuelta el portal, llevándose los cadáveres
de sus caídos y de los slaads. El grupo decidió ir a verificar la puerta de
arriba que estaba bloqueada por runas mágicas.
Las
runas habían desaparecido, presumiblemente por la muerte de Azriim. Atravesaron
la puerta para encontrarse en un cuarto relativamente pequeño, donde había un
escritorio con sinfín de papeles y libros, y en una de las paredes, vieron tres
portales, uno de los cuales parecía inestable. Reconocieron del otro lado de
uno la silueta de Secomber en el horizonte y en otro la espesura del High
Forest. Los portales estaban vinculados a perillas que al girarlas cerraban y
abrían los mismos. Asumieron que el portal restante había sido forzosamente
cerrado por el mago Agrunar luego de haberlo cruzado. Conjeturas, aunque
lógicas, seguían siendo conjeturas.
Uno de
los libros encontrados en el escritorio era un diario escrito por Azriim. Entre
muchas de las entradas, notaron algunas que llamaban la atención:
"El mago desea no solamente
quiere la piedra de control perfecta, sino que además quiere slaads más fuertes
y que se reproduzcan más rápido. Quiere un ejército, ¿pero para qué?"
"Agrunar está cada día más
inestable. Pasa días sin comer ni beber, lo cual es fatal para la fisiología de
un humano, pero sin embargo parece no afectarle. Sus orificios nasales, sus
oídos e incluso sus ojos sangran sin explicación y parece no importarle."
"Encontré un viejo diario de
Agrunar que relata su trato con un demonio. Este devil le entregó parte de su
esencia a cambio de traerlo al plano material, por qué motivo, no lo sé. Es
claro entonces que su deseo es encontrar y derrotar a este demonio para robar
su esencia o para que rompa el vínculo que lo ata a él, ya que es esa misma
esencia la que ahora lo está matando. Matar a un demonio con esta clase de
poder no es tarea sencilla, pero con un ejército de slaads… es bastante más
factible."
"Nuestro próximo destino es
Luskan, donde lograremos obtener la cantidad de especímenes restantes para
completar el número deseado de slaads. Aparentemente hay muchos humanos
prescindibles a los que nadie va a extrañar."
El grupo
decidió descansar en las ruinas del pueblo luego del arduo combate. En la
noche, a cada uno se le apareció el espectro de un familiar, aquellos
vinculados al pueblo de alguna manera. Al juntarse y comentar lo sucedido,
Jorah explicó que los espectros no pueden volver del más allá a menos que nunca
hayan cruzado el plano de la fuga, y según el relato de cada espectro, alguien
o algo los llamó a ese lugar, en ese momento y ellos respondieron.
Continuaron
descansando, con un extraño sentimiento de estar siendo parte de algo que los
superaba ampliamente.
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