Sesión 8: Agrunar en la mira
Nightal 30, 1480 DR (Year of Deep Water Drifting)
El grupo
utilizó los portales en la casa de Agrunar, aquel que llevaba a las afueras de
Secomber, para poder volver más rápido a Waterdeep. Por obvias razones,
rodearon Secomber y siguieron rumbo oeste a toda velocidad.
En un
viaje sin contratiempos, llegaron a la capital en poco tiempo y fueron directo
a informarme de las novedades. Agrunar hizo un trato con un devil obteniendo
así una parte de su esencia, lo cual lo hizo tremendamente poderoso. Sin
embargo, con el tiempo, ese poder lo empezó a matar por dentro, dejándolo
físicamente débil y enfermo - no así menos peligroso. Su plan para sobrevivir:
asesinar al devil en su plano natal. Para ello, hizo un trato con el slaad
Azriim, para crear la gema de control perfecta, capaz de controlar cualquier
slaad más allá de su color. Además, otro objetivo fue conseguir acelerar el
proceso de reproducción de slaads para rápidamente amasar un ejército y así
poder asaltar los Nueve Infiernos.
El
rastro del mago iba hacia Luskan, donde según notas que encontraron en su casa,
planeaba proveer de los restantes especímenes para completar su ejército. Los
aventureros decidieron averiguar todo lo posible sobre la ciudad, conseguir
contactos y planear su próximo movimiento… pero Luskan es una ciudad vil, llena
de crimen y corrupción; gobernada "oficialmente" por un grupo de
capitanes piratas, es un refugio para toda clase de escorias. Por detrás, sin
embargo, los que mueven los hilos del gobierno son los magos de la Arcane
Brotherhood. Por estas razones, sería difícil conseguir aliados en la ciudad,
pero mi recomendación fue que viajaran a la cercana Neverwinter que tiene una
vieja enemistad con Luskan y seguramente pudieran dar más ayuda e información.
Entonces, para no perder tiempo, ofrecimos tele-transportarlos.
En
Neverwinter, el elfo Erdan decidió utilizar el mithril que encontraron en la
forja del abuelo de Golgron y una armadura de mithril para adaptarla a su oso,
Kumba. Encontró un herrero en la ciudad dispuesto a hacer el trabajo con
rapidez y a un precio razonable. Mientras tanto, el resto del grupo se esparció
por la ciudad en busca de información sobre Luskan, pero sin mucha suerte.
Jorah consultó en el templo de Tyr sobre la posibilidad de encontrar al mago
Agrunar utilizando magia y así tener una idea de donde podría estar. Para ello
necesitarían una fuente de plata, para llenar de agua bendita y utilizar como
espejo para canalizar el hechizo. Adquirida la fuente, el clérigo maestro del
templo realizó la tarea.
Lograron
ver al mago arrodillado, con alas demoníacas en su espalda y parecía estar
sufriendo. Al ver más de cerca, vieron que su rostro estaba consumido y flaco,
sus pómulos a punto de atravesar la piel. Sangre corría desde sus oídos y
nariz, los ojos inyectados mirando a nada. Se incorporó. Batiendo las alas,
despegó por un túnel vertical a toda velocidad. Emergió en una caverna y caminó
por un pasillo que progresivamente se veía más construido y menos natural.
Eventualmente llegó a un amplio espacio, donde había bancos de madera y pasó
por al lado de un altar, donde divisaron un símbolo que consistía de un látigo con mango de hueso, de varias cuerdas con cuchillas en sus puntas. Inmediatamente después, el mago
se detuvo y miró hacia atrás… directo a los aventureros que sintieron un
escalofrío correrles por la espalda antes que Agrunar, con apenas un gesto de
su mano, deshiciera el hechizo.
El
clérigo y Jorah reconocieron el símbolo en el altar de inmediato: Loviatar, la
Dama del Dolor, cortesana de Bane y Diosa del Sufrimiento. Templos de Loviatar
son algo poco frecuentes, por lo cual encontrarlo no debiera ser difícil. De
nuevo, se repartieron para recabar información: Jorah fue a consultar al templo
de Oghma, Erdan a la biblioteca de la ciudad. Entre ambos, encontraron que un
templo de Loviatar se ubicaba en unas montañas cercanas a Luskan, al este. Sin
embargo, el templo se encontraba dentro de un monasterio donde habitan monjes
seguidores de la Dama del Dolor, de gran habilidad de lucha y despiadados,
especialmente con extraños.
El
grupo, entonces, se vio ante dos posibles caminos: investigar el monasterio o
ir directamente a Luskan. Ninguna de las opciones les traía mucha tranquilidad
o entusiasmo.
Extracto del diario de Dugan
Ivosik, contramaestre y teniente de los Grey Hands.
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