Sesión 9: Bienvenidos… a Luskan

Hammer 1, 1481 DR (Year of the Grinning Halfling)


El fin de año para el grupo vino sin esperanza de tiempos mejores, sin celebración de lo ocurrido y sin festejo alguno. En su lugar, antes del comienzo de las fiestas en Neverwinter, partieron rumbo norte, hacia Luskan. Durante el camino vieron grupos de comerciantes y viajeros brindando por el nuevo año junto a fogatas, compartiendo historias y risas. Intentando al menos generar un dejo de alegría, los aventureros armaron su propio campamento y Golgron se encargó de preparar un brebaje espirituoso de altísima calidad. Buscó ingredientes en las cercanías, encontrando insectos y gusanos de todo tipo y color. Sin embargo, la bebida resultó ser muy agradable, incluso trayéndoles una sensación de tranquilidad y, al menos por unas horas, lograron olvidar el mal que perseguían.

Hammer 3, 1481 DR (Year of the Grinning Halfling)

Al cabo de unos días de viaje, divisaron la ciudad de Luskan. Accedieron por la puerta sureste, cerca de la Corte de los Capitanes, la zona más privilegiada de la ciudad. Las calles estaban cubiertas de botellas rotas, papeles, charcos de variados líquidos - a pesar de no haber llovido la noche anterior; algunos parroquianos seguían dando tumbos, abrazados a las carcajadas, bebiendo el vapor de botellas vacías.

Luskan - The Open Shore (puerto norte)

Sin perder tiempo, decidieron buscar una taberna donde recabar algo de información sobre recientes eventos en la ciudad. Para ello, cruzaron a la ladera norte de la ciudad, a la zona más humilde. Al cruzar, vieron de cerca la Hosttower de la Arcane Brotherhood, recientemente reconstruida, de imponente altura, sus cinco espiras acariciando el cielo.

Símbolo de la Arcane Brotherhood
Encontraron una taberna de baja reputación y se sentaron a escuchar las conversaciones de los ciudadanos presentes; nada relevante, las charlas consistían en anécdotas de la noche anterior y demostraciones de heridas de lucha - también de la noche anterior. Golgron utilizó su conocimiento en Thieves' Cant para buscar en los círculos más bajos de la ciudadanía alguien que pudiera proveerles de información; en cuestión de un par de horas, fueron dirigidos hacia un tal Jeffrey. Golpearon la puerta de la vivienda indicada y - luego de pagar una módica suma de entrada - fueron recibidos. Los guardias y el "comerciante" llevaban en sus cintos dagas particulares, de forma zigzagueante; Golgron reconoció de inmediato las armas de los Shadow Thieves.

La información no fue gratis como era de esperarse, pero al menos valió su precio. Según Jeffrey, hacía ya unos días que estaban ocurriendo desapariciones de a decenas por noche, sin un patrón aparente excepto la zona donde ocurrían: un barrio humilde en la ladera sur, cerca de la muralla. Además les contó que en la ciudad había santuarios de Loviatar, en los puntos ciegos de las alcantarillas, donde gente pobre y sugestionable eran convencidos de venerar a la Diosa del Dolor. Por último, Jeffrey reveló el nombre de la persona que se encontraba detrás de las desapariciones: Killian Kreel, sádico, psicópata y devoto clérigo de Loviatar.

El grupo decidió disfrazarse de vagabundos y usarse a sí mismos como carnada, con la esperanza de que los criminales en búsqueda de víctimas para raptar intentaran lo mismo con ellos. Se dirigieron entonces a la zona indicada por Jeffrey, vestidos de la manera más andrajosa posible y pretendiendo estar ebrios, lo cual en general lograron, excepto por Elondol, que claramente no estaba acostumbrado a ese estado. Sin embargo, luego de unas horas, Erdan escuchó pasos en los techos; alguien los estaba acechando. Manteniendo su engaño, el grupo siguió caminando dando tumbos hasta que escucharon - al menos - dos personas saltar del techo, uno delante y otro detrás. Se detuvieron. Jorah vio entonces como un alguien aparecía aparentemente de la nada delante suyo, claramente saliendo de un hechizo de invisibilidad. Al ver que se acercaba a él, Jorah continuó comprometido con su engaño, pidiéndole limosna al individuo, que de cerca pudo identificar como humano. Para su sorpresa, Jorah recibió una limosna en forma de puño; tal fue la fuerza del golpe que sus compañeros vieron todo su cuerpo temblar por el impacto. Enseguida entendieron que se trataba de un monje.

Iniciando el combate, el monje - de imponente físico y ágil como un felino - continuó propinándole una épica golpiza al warlock-paladín, que debido a su disfraz, se había visto obligado a guardar su armadura. Golgron saltó en su defensa, interponiéndose entre el monje y su compañero. A su vez, el monje que se encontraba detrás del grupo, se unió al combate enfrentando a Erdan, que también recibió una buena paliza, no tan brutal como la otra, pero aun así dolorosa. Dos monjes más se unieron a la pelea, bajando de los techos, repartiendo puñetazos y patadas por doquier. Golgron recibió el grueso de los golpes, especialmente del monje líder, pero gracias a su furia interior pudo resistir el embiste. Elondol, con gran atino, conjuró la mano espectral de Bigby, un hechizo de considerable poder. Con ella, atrapó a uno de los monjes y lo estrujó hasta que escucharon su cuello romperse. Mientras tanto, el resto del grupo trepó a los techos para tomar un poco de aire. Golgron fue el último en subir, pero para su sorpresa, el líder de los monjes utilizó un - aparente - hechizo y saltó en su dirección sin carrera, asestando una contundente patada en su mandíbula que lo dejó inconsciente. Mientras eso ocurría en la altura, Elondol continuó estrujando monjes, quebrando la columna de uno y haciendo saltar la cabeza de otro como un corcho despedido de una botella de vino burbujeante. Jorah utilizó sus bendiciones de paladín para curar las heridas del enano, quien se levantó con propósitos de venganza, dándole el golpe de gracia al líder, derribándolo al fin.

Magullados y doloridos, el grupo decidió mantener vivo al líder de los monjes para interrogarlo, no sin antes recuperarse de la tortuosa y salvaje paliza que acababan de sufrir. 

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