Sesión 6: La defensa de Ravenhold
Marpenoth 8, 1480 DR (Year of Deep Water Drifting)
Luego de poner a disposición de las autoridades de Baldur's Gate toda la evidencia recolectada, el grupo intenta regresar a Ravenhold utilizando los servicios de teletrasnportación de la ciudad. En ese momento se dan cuenta que el círculo de teletransportación de Ravenhold fue desactivado, seguramente por el falso Jarred. Al no tener otra alternativa, el grupo emprende la vuelta a caballo, lo más rápidamente posible.
Mientras tanto en Ravenhold, Isis interrumpe el sueño de Baltasar y urgentemente le informa que vio un pequeño grupo de elfos oscuros infiltrados en la fortaleza y que el portón principal del castillo está abierto. Deciden escapar de la fortaleza a través de un túnel oculto en el templo de Selûne en dirección a Baldur's Gate, para encontrarse con el resto del grupo. Así Baltasar, Isis, y algunas personas que trabajan para Midnight abandonan el lugar, y emergen pasadas un par de horas cerca del río que corre al sur del castillo. Cuando miran hacia el norte pueden ver la luz anaranjada que arrojan las llamas. Ravenhold está ardiendo.
Shokan emerge un tanto desorientado del portal que atravesó en el complejo de los sin-cara. Luego de algunos segundos, su vista se acostumbra a la oscuridad reinante y puede ver que se encuentra en lo que aparenta ser un templo. Inmediatamente escucha el característico sonido de una persona caminando con una pesada armadura. El tiefling decide seguir los pasos y llega a una oficina donde están reunidos varios clérigos de Bane. Manteniéndose fuera, logra escuchar a través de la puerta que Tarja les está ordenando al resto de los clérigos marchar inmediatamente a Ravenhold, donde les dice se está poniendo en marcha la primera fase de la operación. Luego de terminada la breve reunión, Shokan escucha que Tarja entona un hechizo y luego deja de escucharla. El resto de los clérigos abandonan la oficina y se dirigen a los dormitorios a recoger sus pertenencias para el viaje. El tiefling aprovecha este momento para registrar la oficina, en donde encuentra un cofre con unas 1000 monedas, un disco de metal con varios trozos pequeños de ravenstone colocados encima, y un mapa donde están marcadas tres ubicaciones; el templo de los perdidos, Curst y una tercera más al norte que no tiene leyenda. Finalmente los clérigos de Bane se reúnen en la habitación del círculo de teletransportación e invocan un ritual que materializa un portal. Todos los clérigos inmediatamente lo atraviesan, y Shokan los sigue luego de esperar algunos minutos. El portal los transporta a las llanuras cercanas a la fortaleza de Ravenhold, hacia donde los clérigos se dirigen, seguidos de cerca por el tiefling.
Mientras el grupo se dirigía hacia Ravenhold con el rescatado Jarred, se cruzan con Baltasar e Isis en el camino. Se ponen rápidamente al tanto de las novedades, y deciden regresar a la fortaleza todos juntos a intentar restablecer el orden.
Deciden enviarme a mí (Jarred) de vuelta a Baldur's Gate para informar a la ciudad de todo lo que está aconteciendo e intentar obtener cualquier tipo de ayuda.
Al regresar a Ravenhold utilizando el túnel secreto, se encuentran con un panorama poco alentador. Un caos generalizado se apoderó de la fortaleza y se puede ver gente corriendo en todas direcciones, intentando escapar a la batalla que se está librando en la plaza central. Allí, la leona Aella Callan, junto con lo que queda de la guardia de Ravenhold, unos 15 o 20 hombres, están luchando contra un batallón de elfos oscuros, acompañados por dos driders, que sobresalen notoriamente.
Cerca del palacio, se encuentra el laboratorio del gnomo Alastor, el cual tiene las ventanas tapiadas, salvo una por la cual se pueden ver objetos volar hacia afuera y detonar al estrellarse contra el suelo. Un hechicero drow junto a un pequeño ojo flotante con tentáculos parecen estar interesados en lo que ocurre en el laboratorio.
En la puerta principal del castillo, la cual está abierta completamente, se encuentra un grupo de 10 o 15 soldados de la guardia intentando repeler un ejército de muertos vivientes que luchan por ingresar.
Los mecanismos para abrir y cerrar la puerta se encuentran en dos torres a los lados de la puerta, y están custodiados por un troll cada uno, el cual no hace nada más que mantener el portón abierto.
También logran ver a Anvil y a Vordamyr junto con un pequeño grupo de mineros batallando contra algunos muertos vivientes que lograron ingresar, intentando agrupar a los habitantes del castillo en un lugar seguro.
Luego de hacer una rápida evaluación de la situación, deciden ir hasta la puerta principal para intentar cerrarla y evitar que la horda de zombis y esqueletos entren en el castillo. Hacia allá se dirigen todos salvo Galanodel, que decide ir en ayuda del gnomo Alastor.
El bardo utiliza un hechizo de invisibilidad para acercarse a la ventana del laboratorio y pedirle al gnomo que le alcance algunos barriles explosivos. Cuando el hechicero drow se da cuenta de lo que sucede, comienza a atacar al elfo. Galanodel se refugia detrás de la pared del laboratorio, y cuando el drow se acerca, Alastor hace explotar los barriles de pólvora, lanzando al hechicero varios metros por los aires, y consumiendo en la explosión a su horrible mascota. Como consecuencia de la explosión, la mitad del laboratorio se derrumba, y el gnomo cae entre los escombros, bastante magullado. Galanodel, que afortunadamente no sufrió grandes daños gracias a la gruesa pared que lo protegía, se acerca rápidamente al drow que se retorcía de dolor en el suelo y termina con su vida. Luego va hasta los escombros del laboratorio y rescata al gnomo administrándole una pócima curativa. Una vez se asegura que el gnomo está con vida, Galanodel se dirige hacia el centro de Ravenhold.
Mientras Galanodel ayuda al gnomo Alastor, el resto del grupo se dirige al portón principal con el objetivo de cerrarlo. Para eso deben encargarse de los dos trolls apostados en las torres donde están los mecanismos. En ese mismo instante, Shokan, que se aproximaba a la fortaleza con los clérigos de Bane, utiliza su habilidad de transportarse entre las sombras para llegar rápidamente a una de las torres y despachar a uno de los trolls con un certero golpe de su espada en llamas. Baltasar utiliza un hechizo para comandar al troll restante y ordenarle que salte de la torre. La criatura cae de bruces al suelo y el resto aprovecha para atacarlo en ese instante. Luego de despachar a los trolls y de cerrar el portón principal, dejando a la mayoría de los muertos vivientes fuera de la fortaleza, el grupo y lo que queda de la guardia se dirigen al centro del castillo donde la leona y sus guardias aún batallan contra los elfos oscuros.
El grupo completo converge en el centro de Ravenhold para ayudar en la batalla, e inmediatamente los dos driders, junto con un puñado de elfos se acercan para interceptarlos. Pese a recibir el impacto de dos bolas de fuego conjuradas por los driders, el grupo no tiene demasiados problemas en despachar a las criaturas, y pasados varios minutos, logran erradicar a los elfos oscuros del interior de la fortaleza.
Una vez que la batalla llega a su fin, el grupo se dirige rápidamente al palacio donde el falso Jarred se asomaba a una ventana observando el desenlace. Lo encuentran justo en el momento en que se disponía a completar un hechizo. Un flechazo de Galanodel y un cabezazo en el estómago de Baltasar logran que el sin-cara pierda la concentración y su hechizo de teletransportación falle. Luego de desvanecerse en el aire, escuchan un alarido justo afuera de la habitación, y logran ver por la ventana al falso Jarred caer desde una altura considerable y estrellarse violentamente contra el suelo.
Finalizada la epopeya, y luego de derrotados los muertos vivientes y los elfos oscuros, en el calabozo de Ravenhold descansan algunos clérigos de Bane, un par de drows y el falso Jarred, mientras el grupo decide el próximo paso.
Mientras tanto en Ravenhold, Isis interrumpe el sueño de Baltasar y urgentemente le informa que vio un pequeño grupo de elfos oscuros infiltrados en la fortaleza y que el portón principal del castillo está abierto. Deciden escapar de la fortaleza a través de un túnel oculto en el templo de Selûne en dirección a Baldur's Gate, para encontrarse con el resto del grupo. Así Baltasar, Isis, y algunas personas que trabajan para Midnight abandonan el lugar, y emergen pasadas un par de horas cerca del río que corre al sur del castillo. Cuando miran hacia el norte pueden ver la luz anaranjada que arrojan las llamas. Ravenhold está ardiendo.
Shokan emerge un tanto desorientado del portal que atravesó en el complejo de los sin-cara. Luego de algunos segundos, su vista se acostumbra a la oscuridad reinante y puede ver que se encuentra en lo que aparenta ser un templo. Inmediatamente escucha el característico sonido de una persona caminando con una pesada armadura. El tiefling decide seguir los pasos y llega a una oficina donde están reunidos varios clérigos de Bane. Manteniéndose fuera, logra escuchar a través de la puerta que Tarja les está ordenando al resto de los clérigos marchar inmediatamente a Ravenhold, donde les dice se está poniendo en marcha la primera fase de la operación. Luego de terminada la breve reunión, Shokan escucha que Tarja entona un hechizo y luego deja de escucharla. El resto de los clérigos abandonan la oficina y se dirigen a los dormitorios a recoger sus pertenencias para el viaje. El tiefling aprovecha este momento para registrar la oficina, en donde encuentra un cofre con unas 1000 monedas, un disco de metal con varios trozos pequeños de ravenstone colocados encima, y un mapa donde están marcadas tres ubicaciones; el templo de los perdidos, Curst y una tercera más al norte que no tiene leyenda. Finalmente los clérigos de Bane se reúnen en la habitación del círculo de teletransportación e invocan un ritual que materializa un portal. Todos los clérigos inmediatamente lo atraviesan, y Shokan los sigue luego de esperar algunos minutos. El portal los transporta a las llanuras cercanas a la fortaleza de Ravenhold, hacia donde los clérigos se dirigen, seguidos de cerca por el tiefling.
Mientras el grupo se dirigía hacia Ravenhold con el rescatado Jarred, se cruzan con Baltasar e Isis en el camino. Se ponen rápidamente al tanto de las novedades, y deciden regresar a la fortaleza todos juntos a intentar restablecer el orden.
Deciden enviarme a mí (Jarred) de vuelta a Baldur's Gate para informar a la ciudad de todo lo que está aconteciendo e intentar obtener cualquier tipo de ayuda.
Al regresar a Ravenhold utilizando el túnel secreto, se encuentran con un panorama poco alentador. Un caos generalizado se apoderó de la fortaleza y se puede ver gente corriendo en todas direcciones, intentando escapar a la batalla que se está librando en la plaza central. Allí, la leona Aella Callan, junto con lo que queda de la guardia de Ravenhold, unos 15 o 20 hombres, están luchando contra un batallón de elfos oscuros, acompañados por dos driders, que sobresalen notoriamente.
Cerca del palacio, se encuentra el laboratorio del gnomo Alastor, el cual tiene las ventanas tapiadas, salvo una por la cual se pueden ver objetos volar hacia afuera y detonar al estrellarse contra el suelo. Un hechicero drow junto a un pequeño ojo flotante con tentáculos parecen estar interesados en lo que ocurre en el laboratorio.
En la puerta principal del castillo, la cual está abierta completamente, se encuentra un grupo de 10 o 15 soldados de la guardia intentando repeler un ejército de muertos vivientes que luchan por ingresar.
Los mecanismos para abrir y cerrar la puerta se encuentran en dos torres a los lados de la puerta, y están custodiados por un troll cada uno, el cual no hace nada más que mantener el portón abierto.
También logran ver a Anvil y a Vordamyr junto con un pequeño grupo de mineros batallando contra algunos muertos vivientes que lograron ingresar, intentando agrupar a los habitantes del castillo en un lugar seguro.
Luego de hacer una rápida evaluación de la situación, deciden ir hasta la puerta principal para intentar cerrarla y evitar que la horda de zombis y esqueletos entren en el castillo. Hacia allá se dirigen todos salvo Galanodel, que decide ir en ayuda del gnomo Alastor.
El bardo utiliza un hechizo de invisibilidad para acercarse a la ventana del laboratorio y pedirle al gnomo que le alcance algunos barriles explosivos. Cuando el hechicero drow se da cuenta de lo que sucede, comienza a atacar al elfo. Galanodel se refugia detrás de la pared del laboratorio, y cuando el drow se acerca, Alastor hace explotar los barriles de pólvora, lanzando al hechicero varios metros por los aires, y consumiendo en la explosión a su horrible mascota. Como consecuencia de la explosión, la mitad del laboratorio se derrumba, y el gnomo cae entre los escombros, bastante magullado. Galanodel, que afortunadamente no sufrió grandes daños gracias a la gruesa pared que lo protegía, se acerca rápidamente al drow que se retorcía de dolor en el suelo y termina con su vida. Luego va hasta los escombros del laboratorio y rescata al gnomo administrándole una pócima curativa. Una vez se asegura que el gnomo está con vida, Galanodel se dirige hacia el centro de Ravenhold.
Mientras Galanodel ayuda al gnomo Alastor, el resto del grupo se dirige al portón principal con el objetivo de cerrarlo. Para eso deben encargarse de los dos trolls apostados en las torres donde están los mecanismos. En ese mismo instante, Shokan, que se aproximaba a la fortaleza con los clérigos de Bane, utiliza su habilidad de transportarse entre las sombras para llegar rápidamente a una de las torres y despachar a uno de los trolls con un certero golpe de su espada en llamas. Baltasar utiliza un hechizo para comandar al troll restante y ordenarle que salte de la torre. La criatura cae de bruces al suelo y el resto aprovecha para atacarlo en ese instante. Luego de despachar a los trolls y de cerrar el portón principal, dejando a la mayoría de los muertos vivientes fuera de la fortaleza, el grupo y lo que queda de la guardia se dirigen al centro del castillo donde la leona y sus guardias aún batallan contra los elfos oscuros.
El grupo completo converge en el centro de Ravenhold para ayudar en la batalla, e inmediatamente los dos driders, junto con un puñado de elfos se acercan para interceptarlos. Pese a recibir el impacto de dos bolas de fuego conjuradas por los driders, el grupo no tiene demasiados problemas en despachar a las criaturas, y pasados varios minutos, logran erradicar a los elfos oscuros del interior de la fortaleza.
Una vez que la batalla llega a su fin, el grupo se dirige rápidamente al palacio donde el falso Jarred se asomaba a una ventana observando el desenlace. Lo encuentran justo en el momento en que se disponía a completar un hechizo. Un flechazo de Galanodel y un cabezazo en el estómago de Baltasar logran que el sin-cara pierda la concentración y su hechizo de teletransportación falle. Luego de desvanecerse en el aire, escuchan un alarido justo afuera de la habitación, y logran ver por la ventana al falso Jarred caer desde una altura considerable y estrellarse violentamente contra el suelo.
Finalizada la epopeya, y luego de derrotados los muertos vivientes y los elfos oscuros, en el calabozo de Ravenhold descansan algunos clérigos de Bane, un par de drows y el falso Jarred, mientras el grupo decide el próximo paso.
-Jarred Astorius, castellano de Ravenhold.
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