Sesión 0: La vara de Karsus

Flamerule 17, 1479 DR (Year of the ageless one).

Mi nombre es Dragor Athios. Soy un coleccionista de antiguedades y residente de Shadowdale. Como cualquiera que haya vivido lo suficiente les puede decir, desde que ocurrió la catástrofe que cambió el mundo hace aproximadamente un centenar de años, todo está en caos. La geografía cambió, la gente cambió, las criaturas cambiaron, todo cambió. Artefactos perdidos durante milenios, ahora vuelven a aparecer, con la reaparición de viejas ruinas. Objetos que antes no tenían demasiado valor, ahora se cotizan por millares de piezas de oro. Si bien ese sentimiento de vivir en caos permanente me pone un poco los pelos de punta, es un buen momento para dedicarme a lo que hago.

Por eso es que desde hace años me dedico a investigar y recuperar (si es posible), artefactos perdidos en el tiempo. La mayoría de las veces logro colocarlos en museos importantes, los cuales pagan buenas sumas de dinero, y otras veces (y si el objeto me llama particularmente la atención), los agrego a mi colección personal de retazos de historia de Faerun. Para facilitar mi tarea, y dado que no soy una persona muy ducha en defensa personal, y dado que mi profesión requiere asumir ciertos riesgos para la integridad de mi persona, he hecho contacto con varios grupos de aventureros, como ellos suelen llamarse, durante el transcurso de mi carrera. El último grupo con el que he venido trabajando, un grupo formado por las más variadas criaturas que rondan estos parajes, se compone de los siguientes miembros: Bogdan, un humano que dice ser guardia negra del dios de la guerra (vaya a saber uno qué significa) es un tipo jodido como pocos; un grandulón llamado Orgok que dice ser Berserker (he aprendido a alejarme de él cuando se enoja); una criatura salvaje venida de quién sabe donde, que responde al nombre de Kursk (un personaje de pocas palabras, y muy mal escritas); un enano venido de las colinas, conocido como Davos, un tipo muy religioso y obsesionado con la muerte y con la plaga; un elfo oscuro llamado Duncan Drogan, que aparentemente tuvo una infancia complicada y ahora es medio emo; una pixie llamada Polka (no tenía ni idea que estas criaturas existían) que nos entretiene a todos con música proveniente de un diminuto laúd, cuya misión en la vida es visitar el plano natal de sus antepasados y está permanentemente acompañada por una extraña bestia fey llamada Márvolo; finalmente, un elfo llamado Adran que maneja la magia y la espada con igual habilidad, y que tiene un gato llamado Alexander como mascota.

Junto a estos dispares personajes hemos compartido varias incursiones en tierras hostiles y calabozos oscuros en busca de reliquias del pasado, en el nombre de la historia (y las monedas de oro, en su caso). Les he conseguido alojamiento sin costo en Shadowdale, que si bien es un lugar apartado de la civilización, les permite dedicarse al trabajo tiempo completo (que por cierto les paga bien). Mientras yo dedico mis días a la búsqueda de información sobre cualquier artefacto que sea digno de ser recuperado, ellos son libres de hacer como les plazca.

Hace unos meses que vengo investigando la posible ubicación de uno de los fragmentos de un artefacto conocido como la Vara de Karsus. Karsus era un antiguo arcanista muy poderoso, culpable de la destrucción del imperio de Netheril. Dicen que luego de su muerte, su vara fue fragmentada en varios trozos y cada uno se ocultó en lugares remotos para que nunca más pudiera ser utilizada. Resulta que existe la posibilidad de que uno de estos fragmentos se encuentre oculto en las ruinas de un viejo templo de Mystryl, en las montañas justo al oeste de Shadowdale. No podemos dejar pasar esta oportunidad, así que si aceptan mi oferta, estaremos partiendo hacia el oeste muy pronto.

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