Sesión 2: Curst

Afortunadamente para el grupo, el pueblo no estaba demasiado lejos del lugar donde ocurrió el combate. Luego de caminar por otro par de horas, logran divisar a la distancia, las luces características de un pequeño poblado. Hacia allí se dirige el camino, así que lo siguen sin preocuparse demasiado. Eventualmente llegan al pueblo, un reducido conjunto de chozas de madera (unas 20), cuyos lugares de interés se reducen a una taberna conocida como el caldero, un templo de Kelemvor, construido enteramente con ravenstone, y una herrería. Hacia el norte, y desde el borde del pueblo, se pueden ver unas vías que salen serpenteando hacia las oscuras montañas.

Luego de inspeccionar un poco el poblado, hacer algunos negocios con Anvil el herrero, y su compañero de negocios, un mago llamado Jarred, unos se dirigen a la taberna, mientras otros deciden hablar con alguien en el templo. Baltasar y Kalkennash se dirigen a la oscura construcción, y golpean la masiva puerta de madera. Los atiende un revenant, portando una importante armadura construida con huesos, una maza colgada al cinto, y un medallón con el símbolo de Kelemvor colgando del cuello, que se presenta como Vordamyr.

Cordialmente los invita a pasar al templo, y les responde algunas preguntas sobre el pueblo, y sobre el templo de los perdidos. Como ya les había dicho el sepulturero, el templo de los perdidos no es un templo visitado por mucha gente, ya que cumple un propósito único, además, Vordamyr les confirma que el sepulturero es el guardián del templo de los perdidos desde hace muchísimo tiempo, incluso antes de que él mismo llegara a este lugar, hace poco más de 20 años. Cuando le preguntan sobre la forma de volver al plano material, les informa sobre la existencia de varios portales en las minas de la montaña, y en particular uno que lleva al plano material. Lamentablemente, el camino está por el momento bloqueado por la presencia de una pequeña banda de criaturas muertas, que rondan la mina y espantan a los trabajadores. Vordamyr les ofrece, a cambio de deshacerse de estas criaturas, acceso al portal, y una recompensa de 100 monedas de oro. No teniendo demasiadas opciones, deciden aceptar la oferta del clérigo, y éste les informa que en la mina se pueden encontrar varios portales a diferentes planos. Los niveles inferiores de las cuevas, donde el ambiente se torna un poco peligroso por el calor, la lava que corre bajo la montaña, y las criaturas que rondan esos niveles, poseen portales a los planos inferiores como el abismo. Obviamente les recomienda que traten de evitar esa ruta. El portal que están buscando, junto a otros portales que llevan a planos superiores, se encuentran en los niveles superiores de las minas. Es ahí donde deben buscar y eliminar a las criaturas que bloquean el paso y entorpecen el trabajo de los mineros.

Luego de este intercambio con Vordamyr, y mientras Snake conversaba con el tabernero, el cual le informó que el portal que lleva al plano material es sólo de ida, y que los clérigos tienen otras maneras de volver a Curst, el grupo se reúne en una de las mesas para decidir el próximo paso. Deciden ir a las minas a cumplir el encargo del clérigo, pero antes pasar por el templo a obtener un poco más de información sobre el portal. El mismo Vordamyr les informa que efectivamente, el portal es sólo de ida, y que lleva al país de Amn, en el continente de Faerun, aunque no sabe mucho más sobre dicha región. Luego le preguntan si conoce alguna otra forma de regresar a Curst, que no implique buscar en el plano material otro portal que los lleve a la mina, y les responde que los clérigos utilizan un ritual, para transportarse al templo de Kelemvor en Curst. Les ofrece agregar un pergamino con el ritual a la recompensa por eliminar la amenaza en la mina. Conformes con las respuestas, se encaminan a la mina.

Una vez dentro y muy cerca de la entrada se cruzan con algunos mineros trabajando que les indican el camino a seguir, y les recomiendan tener cuidado con las partes inestables de la mina, ya que pueden caer en un derrumbe. Con más cuidado, el grupo avanza por los distintos túneles, tomando siempre los que ascienden, y eventualmente llegan a un túnel donde comienzan a escuchar ruidos de criaturas más adelante. Pueden ver que el túnel desemboca en una caverna más amplia, de donde provienen los ruidos. Dispuestos a combatir, Snake y Midnight se escabullen entre las sombras avanzando un poco y colocándose en posiciones estratégicas dentro de la caverna. Pueden ver algunos zombis rondando la cueva sin propósito aparente. Baltasar se dispone a avanzar un poco, intentando hacer el menor ruido posible, pero es evidente que el sigilo no es su punto fuerte, y las criaturas lo escuchan moverse. Así comienza el enfrentamiento.

Inmediatamente y antes que puedan reaccionar, un repulsivo zombi con un estómago inusualmente hinchado, y de cuya boca chorrea un viscoso líquido negro avanza desde las sombras hacia Baltasar, no reparando en las dos figuras camufladas entre las sombras. En sus respectivas acciones, descargan una lluvia de golpes sobre el inusual zombi, el cual sufre un considerable daño. Varios zombis más aparecen de las sombras y de un túnel que sale del lado opuesto de la caverna. Dos cargan directamente contra el grupo, y uno le asesta un terrible manotazo a Midnight, que dolorido se aleja un par de metros. El resto de los zombis se acercan a la criatura hinchada. Kalkennash, aprovechando que varios de ellos se encuentran agrupados, utiliza un poder de área para eliminar varios de ellos de un solo golpe. Acto seguido, el zombi hinchado intenta vomitar el líquido negro sobre Snake, el cual hábilmente logra esquivar el ataque, y luego avanza hasta colocarse adyacente a Baltasar y Snake. Baltasar, al ver venir a esa horrenda criatura le propina un buen golpe, que lo termina de destruir, pero el zombi comienza a hincharse, su estómago a convulsionarse, hasta explotar y empapar de viscosa sangre negra a Baltasar y Snake, que sufren daño por el contacto. Luego de derrotar al principal enemigo, el resto de los zombis caen sin traer demasiadas complicaciones al grupo.

Luego del combate y de recuperar el aliento por unos minutos, continúan el viaje a través del túnel, hasta llegar al portal. Analizándolo, confirman lo que les había dicho el clérigo de Kelemvor. Además, Kalkennash les comenta que el país de Amn, cuya capital es una importante ciudad conocida como Athkatla, es conocido por una organización criminal conocida como los Shadow Thieves, que poseen mucha influencia dentro de la región. Regresan con Vordamyr, el cual les entrega la recompensa, y les explica cómo activar el portal. Antes de abandonar el plano de las sombras, deciden volver al templo de los perdidos a hacer una última búsqueda en el libro.

El sepulturero les permite revisar el libro sin restricciones, y el grupo se pasa unas cuantas horas buscando cualquier dato que los pueda guiar en su búsqueda. Logran encontrar que su primera muerte fué hace 1800 años aproximadamente, y que en esa época, renacían mucho más seguido (unos pocos meses). Este período se va incrementando hasta la actualidad, en la cual las muertes están separadas por aproximadamente 30 o 40 años. Además, logran encontrar otro grupo de personas en una situación similar, los cuales murieron en el mismo mes que el grupo, pero su muerte anterior fue hace solamente 15 años. Al interrogar al sepulturero sobre esta gente, el anciano confiesa que sí los recuerda, y les dá información sobre ellos. Eran 3 humanos, de tez morena. Con ésta información, deciden regresar con Vordamyr, el cual recuerda algo sobre ellos, y logra hacer un retrato bastante fiel del rostro de uno de ellos. Sus nombres eran Yoshimo Matsumoto, Aran Linvail y Renal Bloodscalp. El retrato pertenece a Aran Linvail, aparentemente líder o cara visible del trío.

Con esta información deciden retornar al plano material, y se dirigen al portal. Luego de cruzar, un paisaje soleado los recibe, y se encuentran con una carreta que pasa por un camino cercano. El comerciante se dirige a Athkatla y se ofrece a llevarlos hasta la capital. Una vez allí, deciden contratar un detective privado, Raymond, para intentar encontrar a estas personas. El detective, en un par de días de trabajo, les informa que abandonaron la ciudad hace una semana en direcciones diferentes. Aran tomó el camino norte hacia la costa de la espada. Yoshimo fué hacia el este, y Renal hacia el sur. El trío hacía varios años que vivía en Athkatla. Se hospedaban en una taberna conocida como el Leño. Al investigar un poco en la taberna, descubren que hubo un momento (hace un mes y medio), que dejaron de registrarse en la taberna, hasta 2 semanas atrás, cuando regresaron. Se hospedaron una semana más, y luego desaparecieron.

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