Sesión 4: La emboscada fallida

Luego de estar un tiempo discutiendo el plan de emboscada, se retiran cada uno a sus puestos. Dayereth dentro de la carpa del campamento, Midnight y Snake escondidos arriba de árboles y Baltasar y Kalkennash sentados frente al fuego aparentando ser los dos secuestradores.

Ya entrada la noche, logran escuchar ruidos de gente aproximándose al campamento, y eventualmente logran distinguir una figura ataviada con pesadas túnicas negras, y otras dos corpulentas figuras escoltándolo. Al acercarse al campamento, la figura de túnica saluda a los supuestos secuestradores. Inmediatamente, y movido quién sabe por qué fuerza, Baltasar se lanza a la carga espada en mano.

Tomando por sorpresa a los cultistas e inclusive a sus propios compañeros, comienza un combate, al cual se suma desde las sombras del bosque, otro miembro de la Orden que pasó inadvertido para el grupo. Luego de un extenso intercambio de golpes, y cuando solamente el líder de los cultistas quedaba en pie, se acerca un sharn de entre los árboles. El grupo lo observa acercarse lentamente, sin animarse a tomar acciones hostiles hasta no identificar las intenciones de la enigmática criatura. Eventualmente, el sharn se acerca al líder de los cultistas y termina con su vida con un rápido movimiento de su viscoso cuerpo.

Pasado el primer sobresalto, el sharn se dirige al grupo y les indica que lo sigan hasta un lugar más seguro donde puedan conversar. Reticentes al principio, finalmente acceden a seguirlo y éste los guía a través de uno de sus extraños portales hasta una caverna aparentemente sin salida. Allí les comenta que la Orden del Fuego Azul fué infiltrada por una entidad extraña, la cual está manipulando a la orden para conseguir sus propios objetivos. Esta entidad no es otra que el dracolich Anaxagoras, ya conocido del grupo. El sharn les ofrece detener los ataques sobre sus tierras, a cambio de deshacerse del dracolich. También les cuenta que la orden está atacando las tierras cercanas a Ravenhold porque en las colinas se rumorea que existe un templo subterráneo de Mystra, último vestigio en el mundo de la antigua diosa de la magia. El dracolich está muy interesado en conseguir lo que allí se encuentra, y ese es el motivo de los ataques.

Midnight se muestra muy interesado en el templo de Mystra y logra otro acuerdo con el sharn. Ya que éste es capaz de ubicar el templo oculto, proponen investigar dicho templo, y quedan en encontrarse en las cavernas de los trolls cercanas a la fortaleza en dos días. Aceptado el trato, se retiran del lugar y emprenden la vuelta hacia Ravenhold.

Comentarios

  1. Creo que hay que entregarle la cabeza de Baltasar al dracolich Anaxagoras y se acaban todos nuestros problemas.

    Dayereth.

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