Sesión 7: Eben, el martillador

A medida que se abre la puerta, comienzan a ver un corto túnel, que desemboca unos metros más adelante en una amplia caverna, bien iluminada por varias antorchas. En el centro del lugar, se erige una torre de madera, con una escalera que la rodea, y una pequeña habitación en su tope. Inmediatamente escuchan ruidos de criaturas minando las paredes de la cueva, y ruidos de forjas trabajando el metal. Midnight se adelanta un poco para investigar, y logra ver, a ambos lados de la torre, un par de pequeñas criaturas de draconianas facciones, haciendo guardia firmemente, cada uno junto a una palanca.

Al acercarse el resto de los integrantes del grupo, ven salir de la habitación en la torre, una figura ataviada con una pesada armadura y una gran alabarda colgando de su espalda. La figura le entrega un rollo de pergamino a un kobold, e inmediatamente le ordena que se apure. Luego regresa al interior de la habitación. El pequeño kobold comienza a bajar la torre, y en ese momento, el grupo decide entrar en la cueva. Al verlos entrar, varios kobolds que trabajaban en la pared cercana, comienzan a gritar. Eso alerta a varios kobolds en toda la habitación, los cuales intentan interceptar al grupo. Midnight y Kalkennash avanzan por el lado derecho hacia el kobold haciendo guardia junto a una de las palancas. Antes de que logren alcanzarlo, activa el mecanismo, y los enfrenta.

Mira y Baltasar avanzan por el lado izquierdo hacia el otro kobold, el cual también activa el mecanismo y los ataca. Dayereth decide subir la escalera hacia la habitación. Mientras el grupo se encarga de los kobolds, Midnight se apoya en un piso falso, que cede y se inclina hasta dejarlo en un túnel, un par de metros por debajo. Inmediatamente es atacado por una especie de lobo. Mira corre una suerte similar a la de Midnight del otro lado de la habitación. Eventualmente logran salir de la trampa, y vuelven a trancar el suelo falso con las palancas. Kalkennash se encarga del resto de los kobolds, mientras el grupo concentra sus ataques en el humano, el cual intercambia golpes con Baltasar que había trepado a la escalera para interceptar al kobold mensajero.

Luego de un golpe particularmente potente, Baltasar queda a punto de caer, y Mira, con un golpe de mala suerte, utiliza un conjuro que rebota gracias a la cualidad de magia salvaje, y termina golpeando a Baltasar, quien termina en el piso, inconsciente. Luego, Dayereth logra llegar hasta el humano, y entablan combate cuerpo a cuerpo, mientras el resto del grupo utiliza ataques a distancia. Kalkennash logra deshacerse de los kobolds que restaban, y dando un ágil salto, trepa por un costado de la torre, llegando hasta un kobold clérigo que lo estaba molestando con sus hechizos, y utilizando su forma de bestia, descuartiza al pobre kobold. Cuando todo el grupo se concentra en el humano, éste no tarda en ser vencido, y finalmente cae al suelo.

Luego de estabilizar a Baltasar, recuperan del cuerpo del mensajero el pergamino, y del humano un artefacto similar al que le sacaron a Isis, además de una armadura mágica. El pergamino parece ser un mensaje destinado a alguien llamado Samus, y tiene garabateadas unas pocas palabras en idioma común: Váyanse si pueden, los están buscando. Está firmado simplemente por una E. Una vez despojado de sus pertenencias y maniatado, deciden interrogar al humano, el cual no parece dispuesto a revelar nada, pero cede ante el interrogatorio de Midnight.

Les revela que el destinatario del mensaje es otro de los agentes del recolector de almas, actualmente ubicado en Waterdeep. También les revela la forma de contactarlo, la cual consiste en dirigirse a una taberna en la ciudad de Waterdeep, conocida como Yawning Portal. Allí hay un contacto del agente del recolector. Luego, y viendo que no obtenían más información útil, deciden poner fin a su existencia. Luego de inspeccionar la zona, y descubrir un depósito de armas, y documentos de inventario y de control de personal, deciden abandonar el lugar y regresar a Baldur's Gate.

Rápidamente consiguen pasaje hasta Waterdeep en la carreta de un comerciante, y emprenden el viaje. Una vez que llegan, se dirigen a la taberna en cuestión, donde logran tener una charla con el contacto. Luego de una extraña e incómoda conversación, le ofrecen 300 monedas de oro a cambio de información, a lo cual el contacto les informa que el agente se encuentra en las alcantarillas del distrito de los puertos de Waterdeep. Salen de la taberna y luego de una breve discusión, deciden buscar al contacto para evitar que le informe a Samus sobre lo ocurrido. No logran encontrarlo, ya que cuando vuelven a entrar a la taberna, no está en su mesa, y el tabernero dice no saber dónde se encuentra. Luego de planificar un poco mejor su próximo movimiento, se deciden a mantener vigilada la taberna durante algunas horas por si aparece el rastro del contacto pero es en vano, y el tiempo los apremia si quieren apresar al agente del recolector.

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